Apnea del sueño: un trastorno silencioso que afecta tu salud

Apnea del sueño: un trastorno silencioso que afecta tu salud

La apnea del sueño es un trastorno respiratorio que muchas veces pasa desapercibido, pero que puede tener consecuencias graves si no se trata a tiempo. Interrumpe el descanso nocturno, reduce la calidad de vida y aumenta el riesgo de enfermedades crónicas. Conocer sus causas, síntomas y soluciones es clave para afrontarla de manera efectiva.

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¿Qué ocurre en el cuerpo con la apnea del sueño?

Durante el sueño, la respiración debería ser continua y sin interrupciones. Sin embargo, en quienes padecen apnea, la vía aérea se bloquea parcial o totalmente, impidiendo el paso del aire. Esto obliga al cerebro a “despertar” al organismo para reiniciar la respiración, aunque la persona no sea consciente.

El resultado es un sueño fragmentado y de mala calidad, lo que explica la fatiga y somnolencia diurna.

Tipos principales de apnea del sueño

La medicina distingue varios tipos de este trastorno:

  • Apnea obstructiva del sueño (AOS): causada por un colapso de los músculos de la garganta que bloquean el aire.

  • Apnea central del sueño: el cerebro no envía correctamente la señal a los músculos que controlan la respiración.

  • Apnea mixta: una combinación de los dos tipos anteriores.

Factores de riesgo más frecuentes

La apnea del sueño no aparece al azar. Existen factores que aumentan la probabilidad de desarrollarla:

  • Sobrepeso y obesidad.

  • Consumo de alcohol o fármacos sedantes.

  • Tabaquismo.

  • Anatomía desfavorable en nariz, mandíbula o garganta.

  • Edad avanzada.

  • Antecedentes familiares del trastorno.

Señales de alerta que no debes ignorar

Uno de los mayores problemas de la apnea del sueño es que muchas personas desconocen que la padecen. Aun así, existen síntomas que sirven de advertencia:

  • Ronquidos fuertes y persistentes.

  • Pausas en la respiración observadas por la pareja.

  • Sensación de ahogo nocturno.

  • Dolor de cabeza al despertar.

  • Fatiga y somnolencia durante el día.

  • Dificultades de memoria y concentración.

  • Cambios de humor o irritabilidad.

Consecuencias de no tratar la apnea

La apnea no es solo un problema de ronquidos. Cuando no se trata, aumenta el riesgo de múltiples complicaciones:

  • Hipertensión y enfermedades cardiovasculares.

  • Infartos y accidentes cerebrovasculares.

  • Diabetes tipo 2.

  • Trastornos del ánimo como depresión o ansiedad.

  • Accidentes por quedarse dormido al volante o en el trabajo.

Diagnóstico: cómo se detecta la apnea del sueño

El diagnóstico lo realiza un especialista en medicina del sueño. El examen más utilizado es la polisomnografía, que mide las fases del sueño, la oxigenación y la frecuencia respiratoria durante la noche.

En algunos casos se emplean equipos portátiles que permiten registrar la respiración en casa.

Opciones de tratamiento

El manejo de la apnea del sueño depende de su gravedad y de la condición del paciente. Las soluciones más comunes son:

  • Medidas de estilo de vida: perder peso, dejar el tabaco y reducir el consumo de alcohol.

  • Dispositivos intraorales: férulas que adelantan la mandíbula para mantener la vía aérea abierta.

  • Terapia CPAP: equipo que suministra aire a presión a través de una mascarilla, evitando el colapso de las vías respiratorias.

  • Cirugías específicas: recomendadas en casos de malformaciones anatómicas que dificultan la respiración.

Vivir mejor con apnea del sueño

Aunque este trastorno puede parecer intimidante, con un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado es posible recuperar un sueño reparador y mejorar la salud general. La clave está en no ignorar los síntomas y acudir a un especialista.

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